Tomado de: https://proyectoeconometria.blogspot.com/2022/11/el-nuevo-etiquetado-en-los-alimentos.html?m=1
Autores: Julián Parra, Esteban Devis, Pedro Artunduaga, Valentina Veloza, Fernando Hernández y Juan Martín Sepúlveda
Las normas de etiquetado en Colombia existen hace tiempo, así que no es un tema nuevo. El sistema anterior se basaba principalmente en mostrar tablas nutricionales con el número de calorías, cantidad, aporte de nutrientes y peso neto. Sin embargo, la información que se presenta puede llegar a ser confusa, no todas las personas saben hasta qué punto cierta cantidad de nutrientes son perjudiciales para la salud y por esta razón se reformó este sistema.
En junio de 2021, el Congreso de la República encontró la Resolución número 810 de 2021, llamada “reglamento técnico sobre los requisitos de etiquetado nutricional y frontal que deben cumplir los alimentos envasados o empacados para consumo humano”. Esta nueva Resolución reemplaza la anterior Resolución No. 333 de 2011, la cual establece el “reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado o etiquetado nutricional que deben cumplir los alimentos envasados para consumo humano". Esta iniciativa tiene como objetivo principal que los colombianos estén más informados sobre los productos que consumen, que logren identificar productos que contienen cantidades abundantes o excesivos de nutrientes dañinos para la salud de una manera más sencilla y práctica, para que así generen hábitos mas saludable de alimentacion.
En varios países de Latinoamérica, como Chile, Argentina, Uruguay y Perú, tomaron medidas parecidas, todos siguiendo las recomendaciones de instituciones médicas como OPS (Organización Panamericana de la Salud) en las que recomiendan regular la cantidad de azúcar, sodio y grasas en los alimentos empaquetados.
La recolección de datos se hizo a través de 120 encuestas a dueños de tiendas ubicadas en diferentes partes de Bogotá. Se garantizó la aleatorización de los controles y tratamiento preguntándoles la edad. dependiendo si era par o impar pertenecían a un grupo o al otro. Así, el cuestionario estaba compuesto por preguntas sociodemográficas como el estrato o el último nivel de educación alcanzado. En donde, s e realicé preguntas específicas como el tipo de productos que se venden, también si el establecimiento contaba con domicilios y si tenía diferentes formas de pago.
A partir de los datos obtenidos, se realizó la siguiente regresión:
Con el fin de medir el impacto que tiene cada una de las variables estudiadas en la percepción de los ingresos en las tiendas. Luego de esto, se realizaron pruebas de normalidad, de selecciones, de heterocedasticidad y de multicolinealidad para verificar que los datos no mostraran anomalías.
Los resultados principales que se encontraron fueron los siguientes:
- Que el individuo haya aprobado algún pregrado está relacionado con una disminución del 11,6% en el porcentaje de percepción sobre la afectación de las nuevas etiquetas e impuesto en sus ingresos a diferencia de no haber recibido nunca algún tipo de educación
- Pertenecer al estrato 3 está asociado con una disminución del 17,2% en el porcentaje de percepción sobre la afectación de las nuevas etiquetas e impuesto en sus ingresos a diferencia de los demás estratos
- Que el establecimiento vende alcohol está relacionado con un aumento del 7,9% en el porcentaje de percepción sobre la afectación de las nuevas etiquetas e impuesto en sus ingresos a diferencia de establecimientos que no venden alcohol
- Que el establecimiento vende verduras está relacionado con un aumento del 8,1% en el porcentaje de percepción sobre la afectación de las nuevas etiquetas e impuesto en sus ingresos a diferencia de establecimientos que no venden verduras
- Que el establecimiento venda lácteos no sellados a esta relacionado con un aumento del 9,4% en el porcentaje de percepción sobre la afectación de las nuevas etiquetas e impuesto en sus ingresos a diferencia de establecimientos que no venden lácteos no sellados.
En conclusión, se encontró que el nivel de educación alcanzado tiene un grado de incidencia fuerte al momento de afectar la percepción de los individuos. Los más educados tienen una percepción de riesgo más baja en sus ingresos por el etiquetado que los que tienen menos años de educación. Los establecimientos que venden productos lácteos no sellados son los que sienten más riesgo en sus ingresos por el etiquetado.
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