En respuesta a la discusión en torno a la racionalidad, y adoptando el mismo estilo informal de redacción, tipo Diario:
A mí me pasaba lo mismo en los buses y los trenes en L.A. ... al principio no sabía cuanto era y me dejaban tomar el bus pagando menos. Pero, al fin y al cabo, ¿Cuál es la proporción de turistas que toma el bus? El grueso de la gente no es turista y paga su tiquete sin problema, y el conductor no los va a dejar pasar sin pagar. En el metro uno compra el tiquete y no hay torniquetes ni nada por el estilo, pero si lo cojen a uno sin tiquete, la multa es cuantiosa. Uno lo compra por pura racionalidad, puro valor esperado. Otra cosa que juega un papel es la presión social. Es mucho más probable que yo no pague la entrada al bus si nadie me esta viendo, pero si estoy en una fila larga y todos me ven . . . Había un señor que vendía Bagels en los edificios de Manhattan con la misma filosofía: uno los tomaba y tenía que dejar las monedas, pero nadie controla eso. Lo que encontró fue que en las horas concurridas de la mañana, cuando todos entraban al trabajo, la gente pagaba, pero por las tardes no lo hacía. Parece que las personas valoran la pequeña probabilidad de que alguien proteste. ¿Que será esto, una confirmación o un desafío a la teoría de la utilidad esperada?
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