martes, 12 de mayo de 2009

Proyecto de ley antitabaco

Imagen de Radio Santa Fe: http://www.radiosantafe.com/2008/03/04/venta-de-cigarrillos-sueltos-en-bogota-quedaria-prohibida/
La honorable senadora Dilian Francisca Toro se encuentra impulsando una ley anti-tabaco en Colombia que parece ir por buen camino. Entre los elementos del proyecto, llama la atención la idea de prohibir la venta de cigarrillos al menudo para 'dificultar' el acceso al producto por parte de los menores de edad. En un noticiero, no recuerdo cual, dijeron que las tabacaleras estaban de acuerdo con la medida. El artículo en cuestión (el texto completo en: http://www.dilianfrancisca.org/webSite/) es:

"ARTÍCULO 3º. Con el objetivo de salvaguardar la salud pública y evitar el acceso de menores de edad al tabaco y sus derivados, prohíbase la fabricación importación de cigarrillos en cajetillas o presentaciones que contengan menos de diez (10) unidades."

Sería muy interesante saber cómo va esto a reducir el acceso de los menores de edad al tabaco. Lo único que es claro es que la venta en paquetes derivará en un mayor consumo de cigarrillos por parte de quiénes lo consumen ya, y derivará en mayores ganancias para las tabacaleras. Hay que recordar que el tabaco al ser un vicio, es inelástico (debe haber algún estudio para Colombia). No es sólo cuestión de obtener un mayor excedente del productor a costa del consumidor, sino que genera un hábito de compra de más unidades que a mediano plazo se traduce en mayor consumo: el que antes se fumaba un cigarrillo ocasinal, se comprará una cajetilla asegurando así un acceso constante al 'bien'. Un ejemplo a recordar: el tema de los 'big size' de Mac Donalds, y cómo en unos años logró que los estaodunidénses compraran cada vez cosas más grandes (otro tema de salud pública ampliamente abordado). La ley está impulsando una campaña de discriminación de precios muy útil para las tabacaleras (el comentario del noticiero tiene mucha lógica).

¿Qué está pensando la comisión séptima? Sería interesante saberlo. Para un resumen rápido de la noticia ver: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/ley_acabaria_con_la_publicidad_de_cigarrillos/ley_acabaria_con_la_publicidad_de_cigarrillos.asp

3 comentarios:

  1. Sólo desde la micro: Pérdida de bienestar para los consumidores de tabaco. Disminución de ingresos para las tabacaleras a corto plazo, aumento a largo plazo como consecuencia de la formación del hábito de consumir.

    Desde la opinión personal: Se deberían poder vetar los proyectos estúpidos antes de que alguien los presente al congreso. Propongo un filtro público de las ponencias. Si esta ley pasa, sería evidencia a favor del argumento de antes del loco maníaco gobernante y de la ley que no se autocontrola.

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  2. En mi humilde opinión, generalmente se tiene un sesgo grande sobre los alcances de las leyes. Es decir, pocos les importa si una ley se puede hacer cumplir o no. Les interesa mas lo "fuerte" y "represivas que sean las leyes, y no si éstas se cumplen o no. Así, puedo volver a los órdenes y los niveles constitucional y subconstitucional. En el nivel constitucional se decide una prohibición a la venta de cigarrillos por unidades. En el nivel subconstitucional los individuos replantean sus estrategias (como en el juego de ajedrez, se acuerdan?). En Colombia, sería necesario un reajuste de las estretigias? si los niños quieren fumar, será que se necesita una replanteación de las estrategias tan drástica, que para ellos será mejor no consumirlo? Acá surge un problema grande, y es, para el ojo de águila que se dió cuenta, lo "desconectados" que pueden estr los dos niveles. Para jorpppp: La cosa del loco maniático sucede, porque nuestro sistema político permite que la población elija locos maniáticos para que los represente, pero no cualqueir loco maniatico puede poner reglas... a menos que sea legítimamente elegido para ello... que triste

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  3. No se pueden vetar iniciativas, eso es coartar el juego democrático (así como no se puede evitar que 'El Tunjo' se postule a alguna alcaldía si tiene quien lo apoye). Para mi es más una cuestión de falta de orden (o un orden sub-óptimo, 'a la Pablo'). Se supone que las leyes deben ser generales, impersonales y abstractas... y se supone que las propuestas sin sentido deben ser rechazadas por el congreso. No obstante, la función de utilidad de nuestros congresistas (en muchos casos, no en todos) tiene una ponderación muy alta para sí mismos y muy bajita para su electorado. Pasan sencillamente porque los electores no esperan mucho de ellos y se contentan con cualquier cosa (que se amigo de un amigo, que haya regalado un plato de lentejas, etc.), y de esa forma nadie internaliza esos efectos ruines de la política.

    ¿Cuál es el impuesto pigouviano aquí? Imposible de imponerlo. Pero por el lado de Coase, ¿qué mercado podemos crear para frenar las propuestas irracionales? Eso es raro e interesante.

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