sábado, 15 de octubre de 2011

La educacion, la mercancia mas valiosa

Una de las frases insignia de 
las protestas
Fuente: Redes sociales, autor
 desconocido pero hay más
 de un grupo entorno a ella.
Durante las últimas semanas hemos visto en Colombia una réplica de las grandes protestas en Chile...pero a nuestro estilo, es decir, sin saber bien por qué e infiltradas por grupos de extrema izquierda y anarquistas. Lo último no es raro, pero lo primero tiene algo valioso. Si bien la mayoría protesta contra una propuesta de reforma -que ni ha empezado a discutirse en el congreso- que probablemente no conocen, es de rescatar el vuelo y la conciencia generada al rededor del tema. Además de improperios, las pancartas van en contra de la privatización y abogan por el derecho a la educación. Aunque la reforma tangencialmente toca esos temas, estos grupos se sienten indignados por el tratamiento a la educación como una mercancía y no como un derecho. Es importante que entendamos varias cosas para la discusión.


En primer lugar, no es seguro que la educación sea un derecho pero si lo es que sea una mercancía, al menos en términos económicos.  La educación es un bien privado (si yo ocupo un pupitre le quito la oportunidad a otro de estar en ese pupitre, y es posible evitar que yo acceda a ese pupitre) que puede ser asignado o no, en distinta cantidad y calidad a alguien. Esto hace que la educación sea una mercancía y pueda ser tratado por la economía, es decir, podemos discutir sobre cómo se asigna o como podría asignarse ese bien escaso. Sobre si es un derecho... esto claramente depende del marco jurídico. En Colombia lo es, eso no entra en discusión; que sea una mercancía no implica que no pueda ser un derecho ni viceversa. Lo que implica la categoría de "derecho" es el conjunto de restricciones a tener en cuenta cuando asignamos el bien. Por ejemplo, si queremos que todas las personas tengan primaria entonces el mecanismo de asignación debe asegurar que toda persona tenga primaria. Esto puede hacerse con colegios oficiales, privados, gratis o pagos, inclusive pagándoles a los estudiantes, esta pregunta de la asignación es completamente diferente. No voy a discutir el tema de la financiación hoy, uno de los temas clave de la reforma, sino un problema que se me hace más importante para el futuro de la nación.

Ahora, la verdad es que la frase de "derecho" y "mercancía" en realidad habla sobre una preocupación grande y es la imposibilidad del acceso a la educación de calidad por parte de las clases menos favorecidas económicamente. El problema en esencia es que si hay alguien de estrato 1 que desea estudiar con la mayor calidad posible y convertirse en un gran investigador, sus posibilidades son casi nulas. De hecho, más de un investigador ha descrito al sistema educativo colombiano como un mecanismo de reproducción de las elites en el tiempo. La mejor solución de los grupos que los indignados conocen es la educación pública. Es barata y puede encontrarse de la mejor calidad. Pero... ¿en realidad soluciona el problema? No. El acceso a una Universidad pública de calidad requiere de una educación secundaria de calidad, y ésta de una primaria de calidad, e inclusive de una preescolar de calidad. Por tal motivo la gratuidad, eslogan de las marchas, probablemente no sirva para mucho. El problema de la calidad va mucho más allá de llenar las Universidades de estudiantes y de darles recursos ilimitados, la primera necesidad esta en los insumos, y esos insumos no son precisamente computadores y canchas de futbol.

La calidad necesita un marco institucional fuerte que permita desarrollar mecanismos que mejoren la calidad de la planta docente e investigativa a todo nivel en Colombia. Se necesita dinero para formar profesores e investigadores, pero también mecanismos de desarrollo profesional para los docentes que tristemente hacen parte de la profesión peor remunerada del país. No es solo cuestión de poder evaluarlos y amenazarlos, es necesario un cambio fuerte que le dé un nuevo enfoque de calidad sobre cantidad a la educación en Colombia a todo nivel. También es necesario crear mecanismos mediante los cuales las familias se articulen al proceso educativo para recomponer el tejido social, esto implica más gente trabajando con las comunidades y no solo en los colegios. Si no podemos cerrar las brechas en los primeros niveles será imposible cerrarlas en el nivel superior.

Por último, un eslogan me llamo especialmente la atención. Si el servicio militar es obligatorio, ¿por qué la educación no? Sin importar lo "sexy" de la frase, me recuerda el sistema de chips de "Futurama”, donde toda persona tenía que hacer lo que mejor podía dados sus genes, es decir, la pérdida total de la libertad. Obligar a las personas a estudiar educación media me parece sensato, pero la profesional no. En la primera se crea un ciudadano, en la segunda un profesional, alguien que va a trabajar. No podemos obligar a nadie a ser ingeniero si quiere ser ebanista, pero lo que si tenemos que hacer es permitir que las personas puedan elegir. Por eso mismo tampoco estoy de acuerdo con la gratuidad, al menos no condicionada. Toda elección tiene una ventaja y un costo. El ebanista estará rápidamente trabajando, encontrara un salario estable pronto y dedicara un buen tiempo a una vida aceptable y tranquila. El ingeniero gastara tiempo de su juventud para conseguir un trabajo más pagos y con mayores riesgos. Si las dos cosas no tienen un costo entonces el sistema no presionara a las personas a elegir con cuidado: Ahora, que la sociedad esté dispuesta a subsidiar estos caminos de vida según sus resultados y según el aporte que reciba, me parece lo indicado dado que paga el aporte adicional que este individuo le dará al bienestar común.
En resumen, me encanta el interés que tienen las personas en el tema de la educación, pero me parece que deberíamos entrar a analizar un poco más a fondo sobre qué problemas son los que debemos resolver. No debemos permitir que soluciones tan "pop" como la camiseta del che se impongan. Peleemos por la educación, pero entendamos por que peleamos. La educación es el bien más valioso que tiene una sociedad y no se va a arreglar insultando a la ministra de turno.

P: Sobre la reforma, aún falta mucho para entender bien lo que está en la mira. Si bien temas como las instituciones mixtas que recuerdan a los colegios en concesión asustan a muchos, y los crecimientos al estilo regla fiscal atemorizan a otros, hay temas más profundos que no están bien precisados y que serán parte del debate en el congreso. El Director de ASCUN tiene unos buenos temas:


Nota: perdon por la ortografia, estoy en un teclado extranjero. Espero poder arreglarla si llego a tener tiempo en las proximas semanas...

viernes, 29 de abril de 2011

Nuevo Video Hayek vs. Keynes

En un primer video-rap, el portal econstories.tv mostró de una forma sencilla y creativa las teorías de Hayek y Keynes con respecto a los ciclos económicos y las respuestas de política económica que de estas se pueden derivar. Ayer fue el lanzamiento del "segundo round", en el que se toman las teorías explicadas para hablar de los fenómenos observados en las diferentes crisis económicas (por ejemplo desempleo) y particulares de la última (salvavidas financieros a bancos quebrados, etc). Vale la pena verlo!! creo que el video es una buena muestra de las distintas respuestas a los problemas a los que nos vemos enfrentados desde cada una de las teorías. El mensaje grande y valioso, creo yo, es que y sí hay debate y que existen maneras distintas de interpretar los fenómenos económicos y de responder a ellos. (Esto sería una discusión para el tercer tiempo!!)
Aquí el video (la letra de la canción está en la parte de abajo de la página):
http://hayekcenter.org/?p=4804

"The world is complex, not some circular flow. The economy is not a class you master in college, to think otherwise is the pretense of knowledge."

jueves, 7 de abril de 2011

¿Por qué la pelea contra la educación superior del siglo XXI?

Hoy, durante quizá la única protesta estudiantil de verdad en Colombia en años, vimos a miles de estudiantes, docentes y directivos de instituciones públicas y a uno que otro de privadas rechazando lo que llamaba, "el primer paso hacia la privatización de la educación superior", mejor conocida como la reforma a la Ley 30 de 1992. El lema de la "privatización de la educación" es casi una marca registrada de la izquierda en todo su espectro y usualmente apela sólo al miedo que genera el fantasma del neoliberalismo. Ante esto, la Ministra ha salido una y otra vez a repetir que no se van a privatizar las Universidad y que los recursos públicos en instituciones públicas van inclusive a aumentar. Podríamos recurrir entonces a la figura de la "ignorancia del pueblo", que sirvió para explicar por qué los afganos asesinan a cualquier estadounidense por la quema del Corán, y por qué la gran mayoría de los primeros cree que todo aquel que profesa el Islam es un terrorista. ¿Cómo le podemos pedir a los estudiantes de las instituciones públicas que no digan que se va a privatizar la educación si han sido adoctrinados durante años? Bueno, quizás no estén del todo equivocados...

El tamaño de la protesta deja ver el apoyo que han dado las directivas a los estudiantes, contraria a las situaciones generadas de forma recurrente por extremistas a nombre de las universidades públicas. Puede que sea cierto que el mando de las universidades públicas no va a ser entregado a los privados, como fue el caso de los colegios en concesión, pero el control de las universidades poco a poco va a estar más en manos del sector privado. Inclusive, también va a dirigir las riendas de las universidades privadas sin ánimo de lucro que han sido parte de nuestra sociedad desde sus inicios coloniales. ¿Por qué? Es una cuestión de competencia. La introducción de un sector privado que responde a la búsqueda de rentas implicará una fuerte competencia con las incumbentes. Desde una visión tradicional, esto sólo llevaría a mejoras en el bienestar de los consumidores, los estudiantes... eso es lo que vende el ministerio. Esto está bien para las carreras técnicas y similares, y puede que genere grandes avances en cobertura al mejor estilo de Brasil, el ejemplo que ha salido a relucir en la prensa en los últimos días. Sobre las cuestión de la calidad, puede establecerse un mecanismo regulatorio a través del ICFES que imponga criterios mínimos, y por virtud de la competencia, estos estándares podrían subir con el tiempo.

El otro lado de la moneda aparece porque los clientes de una universidad no son sólo los estudiantes. La universidad compite por contratos de investigación y consultorías. Al entrar a competir con las universidades con ánimo de lucro, para mantener la competitividad, las universidades incumbentes tendrán que ajustar sus programas de investigación hacia la rentabilidad. Si no lo hacen, perderán a sus mejores profesores e investigadores, y eventualmente a sus mejores estudiantes, lo que las marchitaría en el largo plazo. Este sistema creará universidades más eficientes en cuanto a producción científica relevante para el mercado, con salarios altos para los mejores educadores, y con carreras que estén direccionadas a suplir las necesidades del mercado laboral. El escenario no suena mal, ¿o sí?

Lo que está en juego es la autonomía universitaria en el largo plazo. En la actualidad, las universidades tienen agendas de investigación que no necesariamente son completamente rentables. Los dineros públicos financian trabajos que perfectamente podrían no interesar a nadie pero que surgen sólo por el desarrollo de la ciencia.  Con el sistema educativo del siglo XXI, la investigación en temas "inútiles", como por ejemplo la historia y el arte, serán cada vez menos importantes. Estaríamos creando un sistema muy bien articulado con la economía, pero que dejaría de lado el desarrollo del conocimiento por sí mismo. ¿Es eso bueno o malo?

Lo que está en juego con el enfoque que sigue el sistema educativo es la visión a largo plazo de una nación. Es cierto que la era de la información impulsó las revueltas en el mundo árabe, pero el movimiento surge de una clase media cada vez más educada al estilo occidental. Es cierto que se necesita la reforma y que las universidades deben articularse mejor con el sector privado y obtener, a través de la contratación y los acuerdos público-privados, recursos adicionales; pero también es cierto que en Colombia la autonomía universitaria es un Derecho por el cuál se ha luchado durante siglos, contra reyes, dictadores y presidentes. El arte, la historia, y otras disciplinas que no son del todo útiles al sector privado, son útiles a la nación en cuanto a la construcción de una sociedad libre y democrática, claves para superar los aspectos negativos de nuestra cultura. Lo triste es que no hay un mercado que remunere estos aportes ¿Qué futuro queremos para el país? Por mi parte, creo que aún hace falta mucha discusión en lo relacionado con esta reforma.