domingo, 1 de junio de 2008

El qué y el por qué

Este blog es un desparche más de comienzo de vacaciones. Está dirigido a todos aquellos cuyas mentes se han ido dogmatizando tras semestres de lavado cerebral jaja, yo entre uno de ellos. La idea es poder atacar y defender nuestros ideales, nuestra forma de pensar, y aprender ese proceso. Innovación destructiva dice Schumpeter.

¿Es tan irreal nuestro pensamiento que es casi una religión?, ¿o la religiosidad del método nos lleva más hacia la ciencia? Economía... como diría un buen amigo, oferta y demanda repite el loro.

2 comentarios:

  1. Si tuviera que escoger entre Economía = Ciencia o Religión, definitivamente me quedo con la primera definición. La Economía no es algo a lo que le rinda culto y aunque consuma la mayor parte de mis días, no la podría comparar con alguna religión, en especial la que profeso, Católica.

    Por otra parte, es cierto que la Economía lleva a ideales y a pensar que el mercado puede ser eficiente y cosas así, creo que es una ciencia que tiene una rigurocidad metodológica, y particularidades que la alejan de los principios de la religión.

    Sin embargo puede darse el caso que para algunos la Economía se igual a su religión, e incluso sean más fieles a la primera. Pero claro está, eso hay que demostrarlo y depende de muchas cosas.

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  2. La economía no tiene preceptos estáticos para que alguien los tome como verdad absoluta e indiscutible. En economía existen las verdades (como en toda ciencia) pero también hay teorías refutables o faltas de profundización.
    Siendo "fundamentalista", economía es un medio y no un conjunto de creencias y prácticas pertenecientes a lo sagrado. La economía es compartida por la sociedad pero no crea vínculos de identidad como lo hace la religión.
    A la economía la veo como una ciencia cambiante. Ya veremos si en el futuro el ídolo sea un billete de dólar y el "padre nuestro" sea "demanda y oferta, en su interacción confio"

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